“Si no enfrentas al crimen, eres cómplice". ¿Qué puede aprender México de Nayib Bukele?
El presidente Nayib Bukele ha sido una de las figuras políticas de las que más se ha hablado en los últimos años. Su reconocimiento se debe a la labor que ha hecho como líder de El Salvador y sus resultados al enfrentar el crimen dentro del país. En menos de 5 años, Bukele y su equipo lograron bajar la tasa de homicidios de 52 a 2.4 por cada 100,000 habitantes. Esto significa una reducción de aproximadamente el 95% de homicidios. Bukele describe este resultado como un “milagro”, pero detrás también hubo un plan cuidadosamente ejecutado del cual México podría aprender algo.
El “Plan Control Territorial” comenzó en 2019, justo después de que Bukele asumió la Presidencia, y consistió en fases de preparación e invasión. Durante este periodo, El Salvador duplicó el número de soldados en el ejército, reforzó las condiciones de la Policía Nacional Civil, aumentó el presupuesto de Defensa más de un 40% y reestructuró el sistema judicial permitiendo hacer detenciones sin orden judicial o, en otras palabras, podían detener a ciudadanos sin tener que pedir permiso. Después de formar una de las fuerzas armadas más grandes de Latinoamérica, tocaba enfrentarse a los criminales. El inicio de esta guerra en 2022 causó 87 asesinatos en un fin de semana; para que se den una idea, esto serían alrededor de 1653 asesinatos si esto ocurriera en México. Enfrentamientos, detenciones y capturas masivas continuaron por todo el año mientras la nueva cárcel más grande de América, CECOT, se comenzaba a llenar de pandilleros. Esta dura manera de combatir el crimen ha causado la crítica de varias organizaciones internacionales, incluyendo la ONU, acusando la violación de derechos humanos básicos. La política de Bukele busca todo lo contrario a “Abrazos, no balazos". Es una estrategia dura y directa que, por más criticable que sea, ha mostrado resultados, y es respaldada por el 85% de aprobación que tiene Bukele como líder de El Salvador.
En su entrevista con Tucker Carlson, Bukele habla sobre el proceso de la guerra contra el crimen y lo describe como dos peleas distintas, una guerra física y una espiritual. Él define la guerra física como el enfrentamiento de armas que todos conocemos, y la guerra espiritual como una pelea más grande que solo contra el crimen organizado; era contra organizaciones satánicas y contra un movimiento que ha impuesto miedo y se había llevado la esperanza y la paz de entre la gente. Una descripción que refleja casi exactamente la situación actual que se vive en México a causa del narcotráfico.
“Hay una guerra espiritual y hay una guerra física; si ganas la guerra espiritual, se refleja en la guerra física”
Bukele entendió que esta no era solo una guerra militar, sino que también se trataba de recuperar el espíritu de la nación. Es por eso que pidió a sus ciudadanos primero ganar la guerra espiritual. Esto significaba la unión de todo el país para perder el miedo y recuperar la esperanza frente al crimen. Al ser un país religioso donde la mayoría de la gente se denomina católica, El Salvador parecía tener una ventaja en lo que parecía más como una cruzada moral y espiritual. Características que igual se viven en México. Bukele apostó por primero ganar la guerra espiritual, y debido a que lo hicieron rápidamente, atribuye el porqué pudieron ganar la guerra física.
Para algunos, comparar la situación de El Salvador con la de México puede ser un chiste porque es verdad que la población de El Salvador es 19 veces más pequeña que la de México, y el crimen organizado que enfrenta México es más grande, pero también es verdad que México tiene una capacidad económica y militar más grande que El Salvador, lo que hace esta propuesta más razonable. Bukele ha criticado al liderazgo mexicano por su poca acción ante el crimen y ha propuesto resolver el problema con un enfoque por estado. Si 28 de los 32 estados de México son igual o más pequeños que El Salvador, “¿por qué, entonces, no pueden resolver el tema de la seguridad en un solo estado con menos habitantes que El Salvador, teniendo los recursos de un país con 130 millones de habitantes?”, dijo el presidente en X.
“Resuelvan el tema de la seguridad en un estado primero, luego en el siguiente, y así sucesivamente, hasta abarcar esos 28 estados”
Ante esta sugerencia, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió pidiendo "respeto para México". “Respeto, siempre respeto”. Ya cada quien verá cómo tomar esa respuesta. Por último, Bukele también ha salido a criticar a las autoridades de los países donde la criminalidad parece tener más poder que el mismo gobierno. Y aunque no se refirió a algún país en específico, dejó un mensaje del cual podríamos aprender: “Cuando un gobierno no combate efectivamente la criminalidad, no es porque no tenga la capacidad de hacerlo, sino porque los cómplices de los criminales son los que están en el gobierno”.